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| En mi cielo |
Tu nombre prendido
en la carne de mis
labios frescos
repica en un instante de luz.
Tu imagen sin olvido
resuena en mi memoria
y sabe a azul y a sol.
La fantasía incesante
de los sueños húmedos,
me transporta en un soplo
hasta el tiempo de tus ojos.
La sombra que te ocultaba
de mi mirada turbia,
sumerge tu figura cálida
en la voracidad de los recuerdos.
Tu andar tranquilo,
vuelve a la vida en un instante
de renovada primavera.
Quiero nombrarte
en mi nombre,
para extenderme en tu vuelo.
Quiero nombrarte
en mi nombre,
para extenderme en tu vuelo.
Cecilia Montoya // 24 FEB 2013
6 comentarios:
Siempre que amamos enterramos un nombre bajo las letras del nuestro.
Besos ;-)
Cuanta verdad Jorge, acertada metáfora. A veces lo enterramos, otras veces él nos entierra y algunas otras le hacemos un lugar entre las letras del nuestro, pero sin perderlo. Podemos nombrar al ser que amamos, sin dejar de nombrarnos. Gracias por visitarme y por tu cometario. Ya te estaré visitando también en tu blog. Saludos
fantástico este post!
prazer navegar por este blog!
Gracias Ricardo por llegarte hasta aquí y dejar tu impresión en este post. Saludos
Vengo hasta el fondo de tus publicaciones y me encuentro con una intensidad perpetua, cíclica.
Tenés una enorme capacidad para volver a lo mismo y desde allí partir hacia otro horizonte metafórico. No imagino estar en la piel de quien recibe semejantes versos, debe ser lo más parecido a flotar.
Fantástico.
Gracias por dejar algo de tu mundo por aquí. Disfruto leyendo tus relatos, así que continuaré visitándote. Un beso
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