![]() |
Contraluz, Tesi Salado, 2012 |
Las
cadenas del mundo podrán aprisionarnos,
ahogándonos
con firmeza.
Nuestros
confusos laberintos interiores
también
podrán atemorizarnos.
Pero
nuestro corazón, nunca deberá morir
sin
sufrir el naufragio de la pasión,
sin haber
descarnado la vida desafiando alturas,
o lanzarse desbocado al filo de la ilusión.
¿Podríamos
responder sin necedad,
La enigmática
pregunta secreta,
tornar
en vida, la noche del dolor
y fundir
profundamente razón y corazón?
Sólo,
si lográramos transformarnos totalmente en fuego,
incendiar
nuestro corazón
y volver
antorcha nuestra razón.
Así
nos sería donada la verdadera eternidad.
Cecilia Montoya // SEP 1999
0 comentarios:
Publicar un comentario