Es este cuerpo indefinido
al que negaron su forma
cuando las primeras palabras
lo balbucearon en sustancia.
El va abierto en su flujo,
sumergido en sus reflejos.
Es todo aire en su vacío
y en fina lluvia se tensa,
para llorarse en símbolos
sobre el deshabitado cauce,
en la desierta huella.
en la desierta huella.
Cuerpo inacabado en la
penumbra
va escarbando cada grieta,
cada rincón imaginario,
encontrando su médula,
sólo en el vértigo verdadero
de respirarse en el verso.
va escarbando cada grieta,
cada rincón imaginario,
encontrando su médula,
sólo en el vértigo verdadero
de respirarse en el verso.
Su lengua va escribiendo
figuras imperfectas,
dóciles e incompletas.
Su mano camina, a veces
herida,
a veces, acariciada por el
verso.
Su ojo es una mancha
en ese mar profundo,
cuya sangre es el agua
que siempre retorna
y fluye incesante,
de marea en marea
llenando los labios
y custodiando el rescoldo
que una vez fue hoguera,
y fue cuerpo impetuoso
en el vientre del poema.
4 comentarios:
Es una maravilla disfrutar del arte de las imágenes que compartes con nosotras, querida Cecilia, disfrutar de la naturaleza, oxigenarse de ella, disfrutando de los paisajes y leyendo tus versos palpando el vientre de tu precioso poema, es deleitarnos las pupilas, un placer.
Un beso.
Este poema, ya lo había publicado en otro de mis blogs, que estoy cerrando. Así que me lo traje para aquí. Gracias por visitarme. Un beso enorme para tí
Cecilia , no encontraba la manera de entrar en tu blog y pinche donde pude.
Un precioso poema con bellas imágenes.
Paso a desearte una feliz Pascua.
Un abrazo
Gracias Sor Cecilia. Un abrazo
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